martes, 13 de noviembre de 2012

El canto del cuervo.

Cierto día, un cuervo consiguió un trozo de queso, y se posó en un árbol para disfrutar del rico manjar.
En ese momento, pasaba por allí un astuto zorro al que se le hizo la boca agua de ver la porción de queso que el cuervo tenía en el pico. Así, al zorro se le ocurrió una idea para robar el queso, y comenzó a halagar al cuervo con todas las características, en apariencia negativas, que éste tenía.
Los halagos que hizo el zorro al cuervo fueron tan sublimes y engatusadores, que el ave no pudo resistir complacer a su interlocutor cuando éste le pidió que cantase.
Y justo cuando el cuervo abrió la boca para deleitar al zorro...
... el queso cayó al suelo, el zorro lo cogió y se marchó corriendo.
Así fue como el cuervo aprendió a no fiarse jamás de quien intentase ganárselo de alguna extraña y engatusadora manera.

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