miércoles, 20 de mayo de 2015

Tres tristes tigres triscan trigo en un trigal.
Están tristes y lloran, doloridos
por el halcón que persigue a un caballo magistral.
El caballo no tiene idea
de que bajo la sombra del halcón
Dios le ha dado alas para volar.
Y el halcón sigue volando, salvaje,
persiguiendo a su caballo,
incapaz de alcanzarlo,
dándolo todo y no recibiendo casi nada.
Solo la satisfacción
de ver a su caballo
que cree que es capaz de volar.

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