domingo, 15 de junio de 2014

Escena XII

Sueño ha sido; mas no debemos despreciar los sueños como obra caprichosa de los sentidos, ni creer que éstos, al dormirnos, se sueltan, se embriagan, se dan a la imitación burlesca y desenfrenada de los actos normales dictados por el juicio... No, no son los sueños un Carnaval en nuestro cerebro. Es que... bien claro lo veo ahora..., es que el mundo espiritual, invisible, que en derredor nuestro vive y se extiende, posee la razón y la verdad, y por medio de imágenes, por medio de proyecciones de lo de allá sobre lo de acá, nos enseña, nos advierte lo que debemos hacer...

Benito Pérez Galdós, El abuelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario