jueves, 13 de febrero de 2014

Curiosa reflexión humana.

De ahí su teoría del retrovisor... Y es que había observado muchas veces el cuerpo humano y decía que nos faltaba insertarnos un retrovisor para ver qué había detrás nuestro. Consideraba que no tenía sentido que siempre miráramos adelante sin saber las oportunidades que hay detrás...
Ella opinaba que lo que nos precede tiene la clave de lo que nos acontecerá...
Decía que parecía increíble que todos fuéramos por la calle con ese cuerpo humano sin retrovisor... Un pequeño gran fallo de la creación...
Es por ello que muchas veces giraba ciento ochenta grados su cuerpo en busca de poder observar lo que la naturaleza le había escatimado...

Albert Espinosa, Brújulas que buscan sonrisas perdidas

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