sábado, 15 de febrero de 2014

Freedom.


Escuchas música que hace que cierres los ojos y des vueltas en tu silla. Eres imparable, invencible. Les sacas el dedo a los sanvalentines y los sanloquesea que se cruzan en tu camino. Sigues dando vueltas y nadie te detiene. Bailas, saltas, gritas, sueñas. Metes las manos en la tierra y las restriegas por las paredes, mientras te ríes del blanco crudo que se vuelve marrón barro. Eres como un gato: ves en la oscuridad, y cazas ratones con tu garra de hierro. La bestia salvaje que se esconde detrás de tu juventud impoluta sale de su hueco lista para el festín. Sobre el suelo que pises nunca volverás a caer. Sigues jugando a romper tus propias reglas. Si tu brújula se rompe, te buscas otra que apunte al Sur, a ver qué hay por allí. Tiras los dados y sacas un siete y medio. Te conviertes en dragón y giras sobre tu propio cuerpo mientras haces piruetas en el aire...

B.

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