martes, 29 de julio de 2014

Nueva canción del Sombrero Seleccionador.

Aunque estoy condenado a separaros
creo que con eso cometemos un error.
Aunque debo cumplir mi deber
y cada año debo dividiros, 
sigo pensando que así no lograremos 
eliminar el miedo que tenemos.
Yo conozco los peligros, leo las señales,
las lecciones que la historia nos enseña,
y os digo que nuestro Hogwarts está amenazado
por malignas fuerzas externas,
y que si unidos no permanecemos
por dentro nos demoronaremos.

J. K. Rowling, Harry Potter y la Orden del Fénix

domingo, 27 de julio de 2014

El regreso de Lord Voldemort.

El caldero hervía a borbotones, salpicando en todas direcciones chispas de un brillo tan cegador que todo lo demás parecía de una negrura aterciopelada. Nada sucedió...
"-Que se haya ahogado -pensó Harry-, que haya salido mal..."
Y entonces, de repente, se extinguieron las chispas que saltaban del caldero. Una enorme cantidad de vapor blanco surgió formando nubes espesas y lo envolvió todo, de forma que no pudo ver ni a Colagusano ni a Cedric ni ninguna otra cosa aparte del vapor suspendido en el aire.
"-Ha ido mal -pensó-. Se ha ahogado... Por favor...por favor, que esté muerto..."
Pero entonces, a través de la niebla, vio, aterrorizado, que del interior del caldero se levantaba lentamente la oscura silueta de un hombre, alto y delgado como un esqueleto.
-Vísteme -dijo por entre el vapor la voz fría y aguda, y Colagusano, sollozando y gimiendo, sin dejar de agarrarse el brazo mutilado, alcanzó con dificultad la túnica negra del suelo, se puso en pie, se acercó a su señor y se la colocó por encima con una sola mano.
El hombre delgado salió del caldero, mirando a Harry fijamente... y Harry contempló el rostro que había nutrido sus pesadillas durante los últimos tres años. Más blanco que una calavera, con ojos de un rojo amoratado, y la nariz tan aplastada como la de una serpiente, con pequeñas rajas en ella en vez de orificios. 
Lord Voldemort había vuelto.

J. K. Rowling, Harry Potter y el Cáliz de Fuego

viernes, 25 de julio de 2014

"La libélula de plata"

"Yo soy Simona Drag-Lupí, traductora de lenguas tanto modernas como muertas, habitante nativa de la Capital del Imperio Humano, hija de Hermann Drag y Stela Lupí.
Ojalá la libélula de plata no hubiese volado nunca de mis manos" 




"Yo soy Mow Korianev, Único Heredero al Trono del Imperio, habitante de la Capital de los humanos, hijo de Korian Uberev y Laila Marse.
Huir es de cobardes, y mi sabia y bendita madre siempre dijo que fui un chico valiente"




"Yo soy Albertus Belio Gyga, científico por profesión en todas las materias no tocantes a las letras, hijo de un minero y una prostituta caídos ambos en desgracia, habitante de la Capital del Imperio Humano pero nativo de la minúscula y olvidada Ciudad de los Mineros.
El mundo pone más trabas a los sueños de los insensatos de lo que mi impulsivo pupilo cree"




"Yo soy Ulrika la Grácil Hoja, Gran Buscadora en mi Tote Ki Rah, hija de la sabia madre Tierra, habitante del salvaje mundo que nos rodea y nativa de la tribu indígena de las gentes-planta al Este de la Selva Salvaje de los Reptiles.
No hay en el mundo huracán más poderoso que la pasión de un humano cuando persigue sus más anhelados sueños"



miércoles, 23 de julio de 2014

Podrás deslizarte ante mis ojos besando a chicas guapas con tu varonil elegancia,
podrás desvanecerte entre mis manos cada vez que, ingenua, creo que he conseguido atraparte; 
podrás mirarme desde el cielo mientras sobrevuelas las nubes sosteniendo tu tridente de marfil,
y podrás vivir una vida sin humillación, digna de un varón hercúleo de madurez superior a la media, sin inmutarte lo más mínimo.
Podrás hacerme chocar con mis recuerdos,
pelear con mi reflejo en un maldito espejo de cristal,
robar corazones ajenos cuando lleve puesto mi disfraz de reina oscura,
e incluso tiritar de miedo ante tu amenazante figura de semidiós recién salido del Olimpo.
Pero lo que nunca conseguirás, estimado señor de la cruel niebla, es arrancar de mí este trozo de Simona que llevo incrustado en mi interior, como si se tratase de un segundo corazón.

B.

lunes, 21 de julio de 2014

Himno de Hogwarts.

Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts,
enséñanos algo, por favor.
Aunque seamos viejos y calvos
o jóvenes con rodillas sucias,
nuestras mentes pueden ser llenadas
con algunas materias interesantes.
Porque ahora están vacías y llenas de aire,
pulgas muertas y un poco de pelusa.
Así que enséñanos cosas que valga la pena saber,
haz que recordemos lo que olvidamos,
hazlo lo mejor que puedas, nosotros haremos el resto,
y aprenderemos hasta que nuestros cerebros se consuman.


J. K. Rowling, Harry Potter y la Piedra Filosofal

viernes, 18 de julio de 2014

Palabras del ciego Isaac.

"Augustus Waters era un capullo grandilocuente, pero se lo perdonamos. Se lo perdonamos no porque tuviera un corazón tan metafóricamente bueno como literalmente asqueroso, ni porque supiera coger los cigarros mejor que ningún no fumador de la historia, ni porque llegara a los dieciocho años cuando debería haber cumplido más.
(...) Os aseguro que a Augustus Waters le gustaba tanto hablar que os interrumpiría en su propio funeral. Y era un pedante. El chaval era incapaz de mear sin plantearse las enormes connotaciones metafóricas de la producción de excrementos. Y era un creído. Creo que nunca he conocido a nadie tan atractivo físicamente que fuera tan consciente de su atractivo físico.
Pero tengo que decir algo: cuando los científicos del futuro se presenten en mi casa con ojos robot y me pidan que los pruebe, les contestaré que se vayan a tomar por culo, porque no quiero ver un mundo sin él."

John Green, Bajo la misma estrella

jueves, 17 de julio de 2014

Principios caballerescos rotos por la pasión de una mujer salvaje.

Que la diosa lo ayudara, pero ¿en qué estaba pensando? Ella formaba parte del consejo de maestros y tenía autoridad sobre él. Si sus papeles se invirtieran y fuese él quien estuviera robando besos, ella le habría cruzado el rostro con una bofetada y él habría llegado a la conclusión de que se lo tenía merecido. Así lo habían educado. En cuanto tuvo la edad suficiente para comprender que los chicos y las chicas eran distintos, le habían enseñado que debía ofrecer el brazo, inclinarse, comportarse como un caballero. Los caballeros se limitan a adornarlo todo, a ponerle una pátina brillante a todo. Aysha hacía añicos su caballeresco código suvaeano como la traca de petardos que revienta el cristal de una ventana.

Elspeth Cooper, Bajo la hiedra

miércoles, 16 de julio de 2014

La muerte de la vida.

El hombre, decían, ha de afrontar la realidad. ¡Ha de afrontar el Aquí y el Ahora! Todo lo demás tiene que desaparecer. ¡Las hermosas mentiras literarias, las ilusiones de la fantasía, han de ser derribadas en pleno vuelo! Y las alinearon contra la pared de una biblioteca un domingo por la mañana, hace treinta años. Alinearon a Santa Claus, y al Jinete sin Cabeza, y a Blanca Nieves y Pulgarcito, y a Mi Madre la Oca..., oh, ¡qué lamentos!, y quemaron los castillos de papel y los sapos encantados y a los viejos reyes, y a todos los que "fueron eternamente felices", pues estaba demostrado que nadie fue eternamente feliz, y el "había una vez" se convirtió en "no hay más". Y las cenizas del fantasma de Rickshaw se confundieron con los escombros del país de Oz, e hicieron unos paquetes con los huesos de Ozma y Glinda la Buena, y destrozaron a Policromo en un espectroscopio y sirvieron a Jack Cabeza de Calabaza con un poco de merengue en el baile de los biólogos. La Bella Durmiente despertó con el beso de un hombre de ciencia y expiró con el fatal pinchazo de su jeringa. Hicieron que Alicia bebiera algo de una botella que la devolvió a un tamaño donde no podía seguir gritando "más curioso y más curioso" y rompieron el Espejo de un martillazo y acabaron con el Rey Rojo y la Ostra.

Ray Bradbury, Crónicas marcianas

domingo, 6 de julio de 2014

The ABC Murders.

-¿Qué es lo que dicen, Hastings? No capto las palabras. 
Escuché con atención hasta que capté una estrofa:

-...Y cazar un zorro,
encerrarlo en una jaula
y que nunca asome el morro.

-¡Y cazar un zorro, encerrarlo en una jaula y que nunca some el morro! -repitió Poirot.
De pronto se le había ensombrecido la expresión.
-Es algo horrible, Hastings -guardó silencio un instante-. ¿Practicáis aquí la caza del zorro?
-Yo no. En mi vida he sido capaz de cazar uno. Y no creo que abunde la caza en estos parajes.
-Me refería a Inglaterra en general. Extraño deporte. El acecho hasta avistar la pieza... entonces suena el cuerno, ¿no?... y comienza la carrera a campo a través, sobre zanjas y vallas... y el zorro corre, a veces retrocede,... pero los perros...
-Rastreros.
-...Los perros rastreros están sobre la pista, y finalmente capturan al pobre bicho, que tiene una muerte rápida y horrible.
-Supongo que parece cruel; sin embargo...
-¿El zorro disfruta? No digas bêtisses, amigo mío. Tout de même, es mejor así... una muerte rápida y cruel... la que cantaban los niños... Encerrarlo en una jaula para siempre... es atroz.

Agatha Christie, El asesinato de la guía de ferrocarriles

jueves, 3 de julio de 2014

Cat among the pigeons.

-Pero la democracia... -empezó a decir Alí.
-¡Oh!, la democracia... -dijo Bob, moviendo la pipa de un lado para otro-. Esa es una palabra que tiene distinto significado en cada país. Una cosa es cierta: que nunca significa lo que los griegos quisieron, originalmente, que significara. Me apuesto contigo lo que quieras a que si te echan de aquí, algún mercader de frases retumbantes se apoderará del país, gritando sus propias alabanzas y constituyéndose en un dios todopoderoso, y ahorcará o cortará la cabeza de todo aquel que esté en desacuerdo con él en cualquier aspecto. Y, anótalo, dirá que es un gobernante demócrata... del pueblo y para el pueblo. Y es de esperar que al pueblo le guste eso también. Porque le excita. Ama la matanza, la efusión de sangre...
-Pero ¡nosotros no somos salvajes! ¡Hoy en día somos seres civilizados!
-Existen diferentes clases de civilización... -comentó Bob vagamente-. Además, yo creo que todos nosotros somos más bien un poco salvajes y nos mostramos como tales si encontramos una buena excusa para ponerlo de manifiesto.
-Tal vez tengas razón -asintió Alí, sombrío.
-Lo que el pueblo parece no querer, hoy día, en ningún país -continuó Bob-, es un gobernante que tenga una pizca de sentido común. Yo nunca he sido un muchacho con mucha inteligencia, y tú sabes esto bastante bien, Alí; sin embargo, frecuentemente pienso que eso es lo que el mundo necesita realmente: una pizca de sentido común -afirmó, dejando a un lado la pipa y levantándose de su asiento.

Agatha Christie, El gato entre las palomas

martes, 1 de julio de 2014

Blowing bubbles.

No me gustan las Mates. Cuando comienzan a complicarse, dentro de mi cabeza brotan galimatías y juegos extraños con los números que tienen que ver con todo menos con las Mates. El nueve se transforma en un orangután sentado. El ocho se tumba pero no para hacer el infinito, sino la croqueta. Al dos le salen orejas y bigotes y se le puede llamar Misifú. Y a mi profesor se lo lleva volando un dragón dorado de ojos verdes que responde al nombre de Jack.
¡Qué divertido es el mundo de las Matemáticas en mi cabeza! Cómo se nota que me gusta perder el tiempo cuando debería estar estudiando. Si viviese dentro de mi propia historia y yo la escribiera, todo sería mucho más sencillo. Ni álgebra, ni aritmética, ni geometría; sólo letras y mundos inventados donde lo más importante es curiosear las paraoias capaces de surgir de las mentes vivas que, como la mía, se evaden de vez en cuando a un mundo feliz distinto al de Aldous Huxley: un mundo feliz de verdad, sin drogas ni procesos químicos, donde no hay exámenes de Mates ni hace falta que a mi profesor se lo lleve un dragón para comérselo.

Bruma, relato surgido mientras estudiaba Funciones y Gráficas.
El papel fue encontrado una noche de verano,
meses después de ser olvidado
en un cajón.