viernes, 18 de julio de 2014

Palabras del ciego Isaac.

"Augustus Waters era un capullo grandilocuente, pero se lo perdonamos. Se lo perdonamos no porque tuviera un corazón tan metafóricamente bueno como literalmente asqueroso, ni porque supiera coger los cigarros mejor que ningún no fumador de la historia, ni porque llegara a los dieciocho años cuando debería haber cumplido más.
(...) Os aseguro que a Augustus Waters le gustaba tanto hablar que os interrumpiría en su propio funeral. Y era un pedante. El chaval era incapaz de mear sin plantearse las enormes connotaciones metafóricas de la producción de excrementos. Y era un creído. Creo que nunca he conocido a nadie tan atractivo físicamente que fuera tan consciente de su atractivo físico.
Pero tengo que decir algo: cuando los científicos del futuro se presenten en mi casa con ojos robot y me pidan que los pruebe, les contestaré que se vayan a tomar por culo, porque no quiero ver un mundo sin él."

John Green, Bajo la misma estrella

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