-¿Qué es lo que dicen, Hastings? No capto las palabras.
Escuché con atención hasta que capté una estrofa:
-...Y cazar un zorro,
encerrarlo en una jaula
y que nunca asome el morro.
De pronto se le había ensombrecido la expresión.
-Es algo horrible, Hastings -guardó silencio un instante-. ¿Practicáis aquí la caza del zorro?
-Yo no. En mi vida he sido capaz de cazar uno. Y no creo que abunde la caza en estos parajes.
-Me refería a Inglaterra en general. Extraño deporte. El acecho hasta avistar la pieza... entonces suena el cuerno, ¿no?... y comienza la carrera a campo a través, sobre zanjas y vallas... y el zorro corre, a veces retrocede,... pero los perros...
-Rastreros.
-...Los perros rastreros están sobre la pista, y finalmente capturan al pobre bicho, que tiene una muerte rápida y horrible.
-Supongo que parece cruel; sin embargo...
-¿El zorro disfruta? No digas bêtisses, amigo mío. Tout de même, es mejor así... una muerte rápida y cruel... la que cantaban los niños... Encerrarlo en una jaula para siempre... es atroz.
Agatha Christie, El asesinato de la guía de ferrocarriles
No hay comentarios:
Publicar un comentario