jueves, 28 de febrero de 2013

Un momento épico en nuestra infancia...

Los dos enemigos se miraron a los ojos durante un largo rato; Garfio, temblando ligeramente, y Peter con aquella extraña sonrisa suya.
-Así que todo esto es cosa tuya, Pan -dijo Garfio, rompiendo el silencio por fin.
-Sí, James Garfio -contestó Peter solemnemente-. Es todo cosa mía.
-Jovenzuelo orgulloso y descarado, prepárate para enfrentarte con tu destino -dijo Garfio.
-Hombre oscuro y siniestro, prepárate tú -dijo Peter.

Peter Pan, J. M. Barrie.

miércoles, 27 de febrero de 2013

"Corazón magullado, pero corazón al fin y al cabo"

Hay personas que nos enseñan a luchar. Con su simple mirada cargada de esperanza, a pesar de tenerlo todo perdido, nos demuestran que merece la pena levantarse tras cada tropiezo, limpiarse el polvo y echar a andar de nuevo. No diré que haya que hacer como si no hubiese sucedido nada, pues mentiría: uno de los grandes secretos de la vida consiste en guardar un buen recuerdo de cada caída para que la próxima sea menor o nos enseñe otra cosa que no supiéramos.
Estas personas saben ser felices. Mantienen sus corazones palpitando para cada buena sorpresa que pueda depararles la vida y no se rinden aunque el destino se cierna sobre ellos con su negro manto de melancolía que atrapa y no suelta. Saben echarse a reír cuando estaban empezando a llorar, saben bailar bajo la lluvia, saben disfrutar de la amargura del dolor como parte de sí mismos; saben hacer muchas cosas, pero hubo un momento en el que no supieron. Aprendieron a base de golpes, y a pesar de haber gastado casi toda sus energías en remendar corazones y enjugar lágrimas, siguen teniendo una pizca de fuerza para mostrar a su alrededor. Se lanzan al mundo con sus hatillos harapientos cargados de frágiles sueños resquebrajados y reciben a la suerte, no importa si buena o mala, como una vieja amiga. Y es que no se dejan destruir, por mucho que la vida insista en caer sobre ellos con todo su peso de dolor, desesperanza, soledad o agonía. Saben que tienen algo que hacer, y quieren conseguirlo.
No sólo ellos y ellas, sino todos los demás: tú, yo, cualquier otra persona que esté leyendo esto... Seguro que en todos los corazones queda, como mínimo, una gota de alegría esperando multiplicarse, cobrar fuerza y llevarse por delante cualquier signo de negrura que haya a nuestro alrededor.
Porque, como dice la canción...

Una pequeña motivación para todos y todas.


viernes, 22 de febrero de 2013

En su escritorio, junto a todos los demás, reposaba el libro que tanto los había unido en un tiempo remoto, que casi parecía de otro mundo. Se trataba de un libro aparentemente como cualquier otro, de tapa dura y edición especial por el centenario de su publicación, que para muchos observadores o críticos literarios resultaba demasiado fantástico, irreal, inmaduro. Sin embargo, para ellos había sido una puerta hacia un espacio atemporal, un lugar donde el alma del artista que lo escribió en su día se había volcado, derramando un torrente de letras que formaban, en conjunto, una historia cazadora de almas mínimamente soñadoras que había tenido a bien cogerlos a ellos dos desprevenidos y juntarlos en mitad de una sociedad que se pudría por momentos. Resultaba demasiado increíble cómo un escritor, sin saberlo, había logrado acercar a dos personas casi completamente opuestas y hacer que sus miradas se cruzasen, que existiese la electricidad entre ellas y que la ciencia o los números matemáticos dejasen de tener sentido en las reacciones químicas producidas en el cuerpo humano. Aquéllo era distinto, nada tenía que ver con las corrientes nerviosas transmitidas de neurona en neurona ni con las hormonas del sistema endocrino que tanto quebradero de cabeza han reportado a los sabios y científicos a lo largo de la Historia. Gracias a este libro se había producido una brecha en el tiempo, dentro de la que habían caído dos almas hambrientas de conocimiento y libertad espiritual que se habían encontrado y, al tiempo que se atraían, no podían evitar repudiarse la una a la otra. Se atraían, se repudiaban; se odiaban y se amaban. Pero lo que no podían eludir era el hecho de que, juntas, viajaban a lugares inimaginados por el ser humano.

jueves, 21 de febrero de 2013

Alejandra se ha metido en nuestras vidas. Es inútil que tratemos de alejarla. Todos y cada uno de nosotros la llevamos dentro. Pero en cada uno de nosotros, Alejandra es diferente y nada tiene que ver ya con la muchacha que compartió un tiempo de nuestra existencia. De aquélla nos quedan su risa y sus canciones, un mohín gracioso y el movimiento ondulante de su cintura bajo los focos de la discoteca. Azul y rojo en flases que se pierden. Alejandra se desdibuja. Se desdibuja y crece el misterio de esa niña distante y ajena. Puedo verla de espaldas en el primer pupitre, atenta y silenciosa. Puedo verla caminando sola entre los árboles aquella noche, junto al río... Oír su voz recitando a Neruda en medio de nuestro silencio sorprendido.

Alejandra, Lola Gándara.

miércoles, 20 de febrero de 2013

I pretend to be made of iron.

Y aquí estoy yo, ocupándome de mis asuntos sola, fingiendo ser quien no soy con un maquillaje que me provoca ronchas en la piel y unos zapatos demasiado pequeños que me impiden casi caminar. Echando de menos al alma gemela que un día se fue y no regresó, así es como paso los días en los que, aunque fuera brille el sol, dentro de mi alma diluvia sin cesar y mi corazón se ahoga cual Noé expulsado de su arca. Día a día soy don Quijote presentando batalla a unos molinos inamovibles y sólidos, creyendo en mi culta locura que se trata de gigantes legendarios. Alzo la vista hacia el cielo y me pregunto a cuánto quedará el reino de la felicidad, ése del que todos hablan y muy pocos saben.
Pero vuelvo a posar los ojos en el suelo, en este miserable mundo que nos ha tocado habitar, y me desengaño con una sonrisa sardónica. Lo que hay que hacer es luchar, pasar por encima de toda esta porquería, hacer a un lado los montones de mugre que nos arrojan cada día los que se creen superiores y aguantarnos las lágrimas como si al derramarlas nos fuésemos a deshidratar.

Creo que con este vídeo sobran las palabras.


sábado, 16 de febrero de 2013

Hablando sobre la vida real...

Me gusta la gente capaz de mandar a tomar por culo sus complejos, desmelenarse y salir a pintar sonrisas en rostros ajenos, aún sabiendo que la sociedad odia sus kilos de más, su poca estatura, sus dientes torcidos o su nariz demasiado grande.
Porque ¿sabes, lector? La verdadera importancia reside en el corazón y en todo aquéllo que lo hace latir con más fuerza.

People want to forget their mistakes, but they don't usually get it.

Hoy me gustaría dedicar este pequeño espacio en Tierra de Nadie a todos aquellos que permanecen toda la vida esperando una oportunidad que nunca llega. Quiero hacer un recordatorio por los que pasaron San Valentín a solas frente a una taza de chocolate caliente, con un libro en las manos y sendas lágrimas en las mejillas. Quiero que, aunque sólo sea una persona, alguien piense en los enfermos de un hospital que no tienen a nadie que vele por su vigilia. Me gustaría que se reflexioanse sobre todos esos animales abandonados -o incluso muertos- a traición por unos dueños que renegaron de su compromiso y optaron por la huida ante la responsabilidad. Querría que, a ser posible, alguien posara sus ojos sobre el indigente que no tiene nada para comer ni techo bajo el que cobijarse. Me gustaría muchísimo, además, que se pensara en los artistas que esperan impacientes su momento de gloria, ése en el que marcarán un punto de color en mitad de esta sociedad putrefacta y, por fin, serán reconocidos por ello. También me parecería oportuno que se recordase a toda esa cantidad de almas en pena que han tomado forma en los cuerpos de políticos corruptos y que yacen en celdas mugrientas de cualquier cárcel perdida del mundo.
Recordemos todos juntos a los que lloraron y no fueron consolados. A los que murieron y no fueron vengados. A los que se equivocaron y, ni arrepintiéndose, pudieron ser perdonados. A los que lucharon y no ganaron. A los que cayeron y no se pudieron levantar. A los fuertes y a los débiles, a los ricos y a los pobres; a los negros tanto como a los blancos, rojos o amarillos; recordemos a toda esta gente y tengamos el valor de mirarnos a la cara unos a otros de nuevo, Humanidad.

viernes, 15 de febrero de 2013

Inside all of us there is a wild thing.

Something filled up
My heart with nothing
Someone told me not to cry
But now that I'm older
My heart's colder
And I can see that it's a lie
Children
Wake up
Hold your mistake up
Before they turn the summer into dust
If the children don't grow up
Our bodies get bigger but our hearts get torn up
We're just a million little gods causing rain storms
Turning every good thing into rust...


jueves, 14 de febrero de 2013

Feliz estúpido día de los enamorados.

Feliz San Valentín, almas en pena.
Feliz San Valentín, seres salvajes.
Feliz San Valentín, amantes olvidados.
Feliz San Valentín, bestias insensibles.
Feliz San Valentín, espíritus solitarios.
Feliz San Valentín, infelices seres humanos.
Y que la ironía de este comercial día esté siempre presente en vuestras retorcidas mentes, pues es eso lo que os hace invulnerables al dolor.
Al bebé tigre se le cayeron los dientes... pero justo entonces le comenzaron a crecer las garras.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Cuando la melancólica rutina te atrapa entre sus garras y atraviesa tu maltrecho corazón a puñalada limpia, crees que nada volverá a ser lo mismo que hace unos cuantos años. Agachas la cabeza y te tragas tu fuerza y tu orgullo por estar en mitad de una sociedad acomplejada. Tu hormonada mente se da cuenta de que se encuentra en un lugar donde a diario hay conflictos, en un grupo de gente con la que le resulta cada día más tedioso congeniar. Las personalidades entrechocan, creando explosiones multicolores que dañan los ojos de cada uno e impiden ver con claridad.
Y cuando estás a punto de gritar para soltar toda tu rabia, miras a tu alrededor con detenimiento y tus músculos se relajan. Tu temperatura corporal va volviendo a la normalidad y recuperas la cordura poco a poco. Te percatas de lo rápido que ha pasado el tiempo, de lo poco que te queda en esa manada... y de que no hay marcha atrás. Sabes, de pronto, que echarás de menos las sonrisas de confianza, el calor de esos cuerpos, el olor de cada persona en particular, el sonido de sus voces tanto juntas como por individual... En resumen, unos años de convivencia que han valido no sólo para hacer que te encierres en ti misma durante todo ese tiempo, sino para que también, cuando ya no puedas tenerlos a todos cerca, valores mucho más su amistad.
Verás con mucha más claridad que antes esa explosión de color provocada por el choque de los caracteres... en tus recuerdos. Y sí, querida, la echarás de menos.

lunes, 11 de febrero de 2013

¿No me conoces todavía?

Yo soy el ser salvaje que se atrinchera en tu cama y te impide casi respirar. Soy el látigo que azota la tersa piel de tu fuerte espalda cuando me dañas. Soy la enorme roca que has de transportar y que maltrata tus músculos, doblando tu columna en una curva interrogante que guarda gran parecido con los pensamientos que hago entrar en ti. Soy Caperucita Roja entrenándose para matarte, querido lobo. Soy el felino sediento de sangre que se abalanza sobre ti en la fría noche de la selva oscura. Soy el frondoso y negro bosque nórdico que te atrapa entre sus ramas y susurra palabras de horror para que enloquezcas y no te marches. Soy la tempestad que no se apiada de nadie, y mucho menos de ti. Soy la célula maligna que se reproduce por tu cuerpo y lo tortura mientras le roba la vida poco a poco. Soy la roca que se desprende casi por error de una montaña y te mata en el acto. Soy una ola estruendosa que acaba con todo lo que amas, dejándote completamente solo. Soy la bestia de zarpas sucias que has enjaulado sin querer y que te ruge y amenaza cada vez que tus pasos te acercan a su jaula. Soy el ángel de alas rotas que pugna por salir volando de este mundo muerto y te atraviesa con su mirada preñada de odio. Soy ese libro viejo y aparentemente inútil que quemaste con dolorosa indiferencia cuando lo encontraste perdido en un cajón. Soy la pintura abstracta que te ciega con su explosión de color. Soy la canción de réquiem que te persigue y suena cada noche en tus pesadillas. Soy el monstruo que imaginabas de pequeño bajo tu cama. Soy el miedo, soy el horror. Soy el desastre y la destrucción. Soy todo eso y mucho más si alguno de tus actos despierta mi furia...

...Pero, precisamente por esto, soy la única persona capaz de besar tus cicatrices.

domingo, 10 de febrero de 2013

Vengo de un mundo en el que el lobo devoró a Caperucita Roja, Cenicienta rompió su zapato de cristal, el Príncipe Azul no quiso besar a Blancanieves, Alicia se equivocó de agujero y llegó sin querer al País de las Pesadillas, la Bella Durmiente no despertó con el beso de su príncipe porque éste fue devorado por un dragón, la Bella no consiguió domar a la Bestia, Pinoccio nunca llegó a ser un niño de verdad porque no cesaba de mentir, Bambi fue cazado igual que su madre, Tarzán no sobrevivió al tigre de la selva, la Sirenita tuvo que volver al mar y el sapo no se transformó en príncipe al ser besado por la princesa.

sábado, 9 de febrero de 2013

Da igual lo que hagan o lo que nos obliguen a hacer, porque siempre habrá una parte de cada uno de nosotros que no será suya.

Los Juegos del Hambre, Suzanne Collins.

 

Today is a wild day.

La da da da da
I'm gonna bury you in the ground
La da da da da
I'm gonna bury you with my sound
I'm gonna drink the red
From your pretty pink face
I'm gonna...
Oh, you don't like that?
Or do you just not like ME?
Sorry I don't treat you like a goddess
Is that what you want me to do?
Sorry I don't treat you like you're perfect
Like all your little loyal subjects do
Sorry I'm not made of sugar
And I'm not sweet enough for you
Is that why you always avoid me?
It must be such an inconvenience to you!

Well...
I'M JUST YOUR PROBLEM

I'm just your problem, Rebecca Sugar
Adventure Time

viernes, 8 de febrero de 2013

Loreena McKennitt...

... es una flor en forma de mujer que endulza nuestros oídos con sus celestiales cánticos al hacer sonar su voz de princesa celta por encima de toda la porquería del mundo. A algunos les hace estremecer, mientras que otros se duermen en los dulces brazos de la magia. Los hay, también, que sienten una euforia implacable cuando la escuchan, al igual que los que encuentran en su música un motivo para levantarse cada día y mirar al sol con una amplia sonrisa.
Sin embargo, una cosa está clara: todos sentimos algo cuando la escuchamos. ¿No era eso, mundo, lo que buscabas en los buenos artistas? ¿O acaso ya has olvidado lo que un día amabas?


martes, 5 de febrero de 2013

Queridos medios de comunicación:

Les saluda una mujer joven del siglo XXI con sus más cordiales respetos. De forma solemne les comunico mi gratitud por haber permitido tantos avances a lo largo de este último siglo, ya que sus cualidades tecnológicas nos han acercado un poco más entre todas las culturas y se ha ido eliminando parcialmente ese miedo a lo desconocido que todos los mortales hemos llevado siempre incrustado en nuestros corazones, a pesar de negarlo algunos más que otros.
Pero el motivo de mi carta es distinto y, por así decir, desagradable. Resulta que en las últimas décadas he observado cierta tendencia por su parte a la llamada cultura de masas, mediante la que, entre otras cosas, intentan imponer en la sociedad unos ideales de belleza muy, pero que muy peliagudos. Día tras día vemos modelos femeninas que, aparte de vestir con las mejores prendas de los más  prestigiosos diseñadores, poseen unos cuerpos que hoy en día se consideran de diosa. Esto no hace sino aumentar los disgustos que las mujeres, sobre todo las jóvenes, tienen sobre sus cuerpos. ¿Acaso son malos los cuerpos naturales? En lugar de transmitir a TODO EL MUNDO; repito, TODO EL MUNDO una enseñanza sobre la belleza espiritual y lo que realmente dignifica la vida y hace feliz, ustedes se dedican a enviar de acá para allá imágenes de tías semidesnudas con piernas de vértigo subidas en tacones.
Yo, en mi papel de fémina del futuro, les declaro en este texto abierto al público que no soy como ellas, ni de lejos. A su gusto, señores medios de comunicación, yo no tengo un pelo precioso, ni unos ojos llamativos, ni una boca especialmente deseable, ni un par de tetas como cañones, ni unas curvas torneadas, ni una piel bien bronceada. Además, me sobra peso.
Ahora es cuando les pregunto, señores medios de comunicación: ¿por ser así ya no puedo brillar algún día? Refiriéndonos sólo a mujeres, puesto que son ellas las más afectadas en esta sociedad machista que habla sin empatía... ¿acaso por no ser bella a ojos de la sociedad, ya no lo seré para nadie?
¿Están ustedes seguros, medios de comunicación, de que la belleza se encuentra sólo en una piel tersa como la seda y un cuerpo casi famélico?
Si les doy mi opinión, esto no es así. No perdonaría que algún día mi hija me dijese que no se siente guapa y la culpa residiese en ustedes. No, claro que no.
Aquí acaba mi carta, señores medios de comunicación. Creo que ya no me queda más que añadir. Reflexionen, por favor, sobre todo esto.
Atentamente,
una mujer con serios problemas emocionales.

lunes, 4 de febrero de 2013

Dime, alma en pena...

¿Sigues ahí arrastrada mientras tu espíritu sangrante va muriendo lentamente ante tu dios sin despegarse aún de ti? ¿Permanece todavía tu férrea mirada surcada de lágrimas posada en el regazo de aquel que un día te rechazó? ¿Insiste tu desdichado corazón, como dicta su costumbre inquebrantable, en mantenerte viva con tenues y dolorosos latidos? ¿Van tus piernas perdiendo color bajo la lluvia, resquebrajándose tu piel entera poco a poco y temblando tus labios cada vez más? ¿Rasgas aún las vestiduras de tu maltrecho cuerpo en eterna agonía? ¿Escuchan tus oídos la melodía de réquiem que ha de acompañarte al sepulcro, allá en el seno de tu divinidad?
Dime, alma en pena... ¿acaso no deseabas morir?
Oh, hermosa alma en pena... si alguien más supiera cuán grande fue tu belleza en otro tiempo...
Oh, dulce alma en pena... si alguien más supiera lo amargo de tu situación...
Oh, cálida alma en pena... si alguien más fuera capaz de mirarte a los ojos mientras el abrazo de la fría muerte intenta arrancarte de esta cruel vida...
Oh, mi pobre y querida alma en pena... si el mundo supiera lo que sufriste, quizás hoy en día tu corazón seguiría estando vivo y, puede, no sintieras ninguna tristeza.

sábado, 2 de febrero de 2013

Díganme, caballeros...

¿Quién tendrá tan poco corazón como para intentar enjaular al colibrí en pleno vuelo?
¿Quién será tan rastrero como para ponerle una trampa a la zorra ártica en su refugio de hielo?
¿Quién cometerá la idiotez de ponerse en mitad del camino de un tigre enfurecido?
¿Quién, eh? ¿Se puede saber quién de ustedes haría esto?

viernes, 1 de febrero de 2013

Después de varios meses actualizando de forma más o menos periódica este pequeño apartado en Internet con mis deliberaciones de escritora en bruto y algún que otro fragmento significativo de libros que no parecían serlo, me cuestiono el por qué de "Tierra de Nadie". ¿De dónde sacaría yo ese nombre tan... extraño? Habrá quien lo tache de cursi; otros, de altisonante; también habrá que lo vean misterioso. Yo no sé cómo verlo, aunque quizás este texto me ayude a mirar mejor mientras escribo y, cuando acabe y ponga el punto final, tenga ya mis pensamientos más organizados que hace un rato.
"Tierra de Nadie" son tres palabras que, en conjunción, me llevan a pensar en bosques y praderas irlandeses cargados de magia celta; el cálido sol acariciando las matas y los animales danzando al son de la silenciosa música que hace acto de presencia junto a la Madre Naturaleza en su estado más puro.

Pero "Tierra de Nadie" no tiene por qué ser sólo algo real. La Tierra de Nadie también se puede encontrar, como su nombre bien indica, en un lugar que no tiene gobierno ni mandato. Un lugar donde reina la anarquía, donde los sentimientos son la única ley, donde todos los elementos son distintos entre sí. Un lugar salvaje, cargado de sensaciones y con cierto toque imaginario que no lo hace sino inmortal por el mero hecho de pertenecer al fabuloso mundo de las ideas y la originalidad, del arte puro.
Un lugar indómito, "de nadie".
Un lugar, quizás, como mi propio corazón.