lunes, 24 de junio de 2013

Dime la verdad.

A veces me pregunto si será correcto seguir esa luz de opaca transparencia que dejas ver en mi camino. Dime tú, que tan bien la conoces, ¿será doloroso? ¿Me romperé en mil pedazos, o en dos mil? ¿Derramaré más lágrimas por ti o por mí, o por los dos juntos?
Hay un camino marcado por huellas felinas. ¿Es el que va hacia ti? ¿Me dará tiempo a alcanzarte en esta oscura noche que se cierne sobre mi pequeño mundo conocido, o tropezaré y caeré para quedarme ahí tirada, sola y muerta de frío en mitad de la selva?
Sé que contigo conoceré a mis demonios, pero ¿me ayudarás a enfrentarlos o, por el contrario, soltarás mi mano y me dejarás caer en el abismo que forman dentro de mí?
Claro que hay más aparte de mí. ¿Seré bastante, o querrás algo distinto? ¿Me acercaré lo suficiente a ese lado tuyo que es sensible a mi fortaleza, o serás tú la muralla contra la que chocará mi voluntad de papel llevada por el viento?
Por supuesto que no soy la más hermosa, ni la más sabia, ni la más fuerte. ¿Será eso bueno o malo para tu criterio? ¿Te divertirás un poco explorándome y después me abandonarás sola, o por el contrario seguirás queriéndome cuando sepas todo lo malo que tengo, todo aquello que quiero esconder del mundo?
No quiero estar sola, y sé que tú tampoco. ¿Podremos acompañarnos, o me rehuirás?
¿Bailarás conmigo al son de esta música sorda, o desatarás una tormenta para que no se pueda escuchar?
¿Viajarás conmigo alrededor del mundo, o cavarás mi tumba para enterrarme viva en ella?
¿Me cogerás cuando caiga, o serás tú el que me haga caer?
¿Mirarás conmigo las estrellas y jugarás a imaginar que nos agarramos juntos a una de ellas y nos marchamos lejos? ¿Lo harás?
Dime la verdad, ¿lo harás?

B.

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