domingo, 5 de enero de 2014

Misterio.

"A painting hangs on an ivy wall
Nestled in the emerald moss
The eyes declare a truce of trust
And then it draws me far away
Where deep in the desert twilight
Sand melts in pools of the sky
When darkness lays her crimson cloak
Your lamps will call me home"
-Loreena McKennitt, The Mystic's Dream

Si mi anterior palabra fue celta, hoy no podría ser otra que misterio. Es más, creo que una conlleva la otra. 
Me gusta el misterio. No el misterio de las novelas policíacas suecas, sino ese que envuelve la Historia de la Humanidad y convierte en leyenda lo que no debería serlo. Ahí el misterio es creado por millones de voces agudas y graves, altas y bajas, femeninas y masculinas, en todos los idiomas; voces que tienen algo que contar y cuya vida fue un misterio para todo aquel
que no la vivió. No importa si el dueño o dueña de esa voz misteriosa fue una persona buena o mala, si murió siendo joven o sin embargo fue longevo, si era un ser solitario o si, por el contrario, vivía rodeado de seres que le amaban. Todas las voces son misterio porque cuentan cosas que nadie antes se había podido plantear.

B.


No hay comentarios:

Publicar un comentario