Se trata de encontrar el sendero, luego el cuerpo te puede acompañar.
Pasar árboles, flores y hormigueros, hasta llegar a un viejo castillo,
en el castillo hay tres damas, delicadas y con mucho brío.
Esperan y esperan al príncipe, quién sabe si alguna vez llegará,
cantan una canción mientras esperan, el tono melancólico será.
Hanne Ørstavik, Amor
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