martes, 18 de septiembre de 2012

-Queda un hombre -musitó Hester-. Se dirige al zepelín.
Lee divisó la borrosa figura de un soldado de la Guardia Imperial que huía del escenario de la derrota de su compañía.
-No puedo dispararle por la espalda -arguyó Lee.
-Pero es una lástima morir sin disparar la última bala.


La Materia Oscura II: la Daga, Philip Pullman.

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