jueves, 11 de octubre de 2012

Carta abierta a un niño del Tercer Mundo.

Reducir primero el presupuesto militar y eliminarlo más tarde. Borrar de la faz de la Tierra todo aquello que sirva para la extinción de los seres vivos. Multiplicarse en canciones, en poesía. Edificar escuelas y bibliotecas en los cimientos demolidos de las fábricas de armamento. Hacer un solo ejército con militantes de todos los colores, de todos los idiomas, de todas las creencias, y construir unidos la Babel de la concordia humana, una especie de casa del mundo desde la que se luche contra el hambre y el analfabetismo.

Cartas a una sociedad marginada, Manuel Aníbal Álvarez.

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