domingo, 11 de mayo de 2014

Aires de Simona.

Y yo desde mi sitio les pregunto a ustedes, señores opositores a un derecho fundamental de la misma mitad de la población, el por qué de esa negación ante una falta grave de la sociedad, el por qué de ese encogerse de hombros y levantar las manos cuando se reclama algo que no tiene motivos para ser denegado.
Afirman ustedes que la sociedad es desgraciada contando con la participación activa de sus mujeres. Pues explíquenme, aquí y ahora, el motivo elevado por el cual yo, mujer, no puedo votar según ustedes, teniendo como tengo una vida en la comunidad, siendo como soy parte de la sociedad, y poseyendo como poseo el mismo cerebro del que fueron dotados ustedes.

Bruma, texto para clase de Historia.
El ejercicio consistía en ponerme en el lugar de Clara Campoamor y emular su discurso en las Cortes defendiendo el voto femenino en 1931.

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